Sí sí, no te engaño ¿Sabías que según la OCDE, el 75,6 % de las parejas en el mundo occidental reconocen “llevarse mal o muy mal”?
No sé a ti, pero a mí me parece un dato espantoso. Sobre todo cuando sabemos el vacío y la frustración que producen las crisis de pareja mal gestionadas.
Es increíble que haya tantas parejas infelices y que tan pocas acudan a psicoterapia. Es difícil de entender cómo se puede permanecer en una relación en la que no se superan las crisis y la espiral del bienestar baja y baja sin que nadie haga nada.
El enamoramiento es una cosa, lo que viene después es otra.
El enamoramiento nos ciega, es «un estado de enajenación mental», una ceguera transitoria, un apego a la imagen que el otro proyecta sobre ti.
Inevitablemente llegaremos de nuevo a mirar con claridad.
Te voy a contar un secreto: durante muchos años, la conocida como Terapia de Pareja ha dado unos de los peores resultados de la historia de la psicología. Hoy nos damos cuenta de que las terapias conductuales se han basado prácticamente en la comunicación y en los comportamientos que ambos miembros de la pareja tenían el uno hacia el otro.
¿Es eso útil?
Sí, yo creo que sí. Pero nadie cambia algo que le supone un esfuerzo grande si no entiende el porqué.
Para mí, la psicoterapia de pareja engloba un campo mucho más amplio. Los estilos de apego de cada miembro, los sistemas familiares de los que proceden, sus personalidades, la sexualidad de cada miembro y de pareja, los estilos de vida, la tolerancia a la frustración y otros asuntos más que nos enseñan a tolerar y a aceptar la diferencia.
Y no te olvides de la cantidad de mitos que andan circulando por nuestra cultura sobre lo que el amor debería de ser. Pero ¿Cómo quieres que sea tu relación?
Si quieres saber más sobre terapia de pareja, puedes curiosear más por aquí.
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